4 de julio de 2014

ADAPTACIÓN DE UN CUENTO


"EL ACERTIJO"


Se trata  de un cuento folclórico, que he decidido adaptar para los niños de 2º ciclo de educación infantil, preferiblemente para los cursos de 5 y 6 años.
- Para adaptar un cuento, hay que tener en cuenta las siguientes pautas a seguir:
- Los roles de los personajes
- La estructura interna del texto
- El simbolismo del cuento
- La edad de los niños
- Los motivos de la adaptación

- Esta es mi adaptación del cuento "El acertijo"

El acertijo.Anónimo
Érase una vez un príncipe, que quería viajar por todo el mundo, así que un día decidió irse de viaje con su mejor amigo. Un día llegaron a un enorme bosque, se hizo de noche y los dos muchachos no tenían un sitio donde poder dormir. El príncipe vio entonces a una muchacha que se dirigía a una casita y, al acercarse, se dio cuenta de que era joven y hermosa. Se dirigió a ella y le dijo:
-Mi buena niña, ¿no nos acogerías por una noche en la casita, a mí y a mi amigo?
-Claro que lo haría -respondió la muchacha con voz triste-; pero no se los aconsejo. Mejor es que busquen otro alojamiento.
-¿Por qué? -preguntó el príncipe.
-Mi madrastra es muy mala y odia a los forasteros -contestó la niña, suspirando.
Bien se dio cuenta el príncipe de que aquella era la casa de una bruja; pero como no era posible seguir andando en la noche cerrada, y, por otra parte, no era miedoso, entró. La vieja, que estaba sentada en un sillón junto al fuego, miró a los viajeros con sus ojos rojizos:
-¡Buenas noches! -dijo con voz gangosa, que quería ser amable-. Siéntense a descansar.
Y sopló los carbones, en los que se cocía algo en un puchero.
La hija advirtió a los dos hombres que no comiesen ni bebiesen nada, pues la vieja estaba cocinando una pócima venenosa. Ellos durmieron tranquilamente hasta la madrugada, y cuando iban a iniciar de nuevo la ruta, estando ya el príncipe montado en su caballo, dijo la vieja:
-Esperad un momento que quiero que probéis una pócima que he hecho.
Mientras entraba a buscar la bebida, el príncipe se alejó a toda prisa, y cuando volvió a salir la bruja con la bebida, sólo encontró al amigo del príncipe, que se había entretenido arreglando la silla.
-¡Lleva esto a tu amigo el príncipe! -le dijo.
Pero en el mismo momento se rompió el vaso y el veneno salpicó al caballo; tan malo era el veneno, que el animal se cayó muerto al suelo. El amigo echó a correr para contar a su amigo el príncipe lo que había sucedido; pero, no queriendo perder la silla, volvió a buscarla. Al llegar junto al caballo, vio que había un perrito blanco que estaba intentando beber del veneno que quedaba en el suelo, el amigo que cogió y se le llevó con él corriendo.
Durante todo el día estuvieron caminando por el bosque sin saber donde se encontraba la salida. Al anochecer dieron con una casita y entraron en ella. El amigo del príncipe preguntó al dueño de la casa si podían quedarse a dormir.
El hombre y la mujer le sonrieron y les dijeron que claro que podían quedarse a dormir.
El príncipe y su amigo se fueron a la cama y de repente escucharon un fuerte ruido "CRASHH", cogieron sus espadas y salieron de la habitación para ver que sucedía... bajaron las escaleras y al ver una ventana rota salieron corriendo de la casa se montaron en sus caballos y persiguieron a los ladrones que habían entrado a robar en la casa.
Finalmente alcanzaron a aquel ladrón, lucharon con él, y le quitaron las cosas que había robado de la casa.
El príncipe y su amigo regresaron veloces a  la casa y les devolvieron a los dueños sus cosas.
De nuevo los dos amigos emprendieron un nuevo viaje en busca de aventuras.
Después de caminar durante mucho tiempo sin rumbo fijo, llegaron a una ciudad donde residía una preciosa princesa, hija del Rey, que había mandado pregonar su decisión de casarse con el hombre que fuera capaz de contarla una adivinanza que ella no supiera resolver, con la condición de que, si lo adivinaba, el pretendiente sería encerrado en una cueva. Tenía tres días de tiempo para resolverlo; pero eran tan inteligente, que siempre lo había resuelto antes del primero. Eran ya nueve los príncipes que habían , cuando llegó el príncipe y, deslumbrado por la belleza de la princesa, quiso decir a la princesa una adivinanza:
-Fríos muy fríos estamos y con nuestros sabores a los niños animamos ¿quienes son? La princesa daba mil y mil vueltas a la cabeza, pero no acertaba a resolver el acertijo. Consultó su libro de adivinanzas, pero no encontró nada. No sabiendo ya qué hacer, mandó a su doncella que se escondiera en el dormitorio del príncipe para intentar averiguar la adivinanza del príncipe, pensando que tal vez hablaría en sueños y descubriría la respuesta del acertijo. Pero el amigo del príncipe, que era muy listo, se metió en la cama del príncipe, y cuando se acercó la doncella, arrebatándole de un tirón el manto en que venía envuelta, la echó del aposento a palos. A la segunda noche, la princesa envió a su camarera a ver si tenía mejor suerte. Pero el amigo del príncipe le quitó también el manto y la echó a palos.
Creyó entonces el príncipe que la tercera noche estaría seguro, y se acostó en el lecho. Pero fue la propia princesa la que acudió, envuelta en una capa de color gris, y se sentó a su lado. Cuando creyó que dormía y soñaba, se puso a hablarle en voz queda, con la esperanza de que respondería en sueños, como muchos hacen. Pero él estaba despierto y lo oía todo perfectamente.
Preguntó ella:
"Fríos muy fríos estamos y con nuestros sabores a los niños animamos"
Los helados, dijo el príncipe.
Sabiendo ya lo que quería, la princesa trató de irse corriendo de la habitación, pero el príncipe la descubrió. A la mañana, la hija del Rey anunció que había averiguado la adivinanza y, mandando venir a los doce jueces, dio la solución ante ellos. Pero el joven solicitó ser escuchado y dijo:
-Durante la noche la princesa vino a mi habitación y estando dormido me preguntó por la adivinanza; sin esto, nunca habría acertado.
Dijeron los jueces:
-Danos una prueba.
Entonces el amigo del príncipe entró con los tres mantos, y cuando los jueces vieron el gris que solía llevar la princesa, fallaron la sentencia siguiente:
-Que este manto se borde en oro y plata; será el de la boda de ustedes.

- El príncipe y la bella princesa se casaron juntos y cada día jugaban a los acertijos.
Colorín, colorado este cuento se ha acabado.

1 comentario:

  1. En realidad solo has cambiado al criado por un amigo y has mantenido frases, giros y objetos que ya no se usan y que son incomprensibles para los niños. No es una adaptación.

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